Una pequeña nave adosada con patio exterior es de lo que partieron los propietarios de esta vivienda para convertirla en este sereno espacio con ayuda del arquitecto de interiores Ricardo de la Torre.
Un loft diáfano en el que se concentra la zona de día en la primera planta, y que en la segunda planta, abierta mediante barandillas de cristal, se distribuye el único dormitorio a modo de suite.