El piso que hoy os enseño es el resultado de la unión de dos pequeños apartamentos convertidos en una vivienda de dos dormitorios. Un proyecto llevado a cabo por Pilar Sanchís en el que ha conseguido un espacio fluido con una decoración serena y sin estridencias. Todo ésto, mediante la unificación del color, los muebles hechos a medida en pladur y DM, y ese precioso y acogedor suelo en roble natural.
La distribución de la vivienda gira entorno a un eje central que corresponde al muro de carga y en el que se ha integrado también el mueble de tv. Tanto este último como la librería, realizada a medida en pladur y DM, se han pintado del mismo color de la pared consiguiendo que pierdan peso visual a la vez que transmiten orden y amplitud.
La zona de día formada por el salón, el comedor y la cocina, se integra en un sólo espacio separado únicamente por el muro que aloja la televisión y abierta por completo a la terraza y a sus vistas.
La cocina la han diseñado en península y como revestimiento en la pared han optado, sólo en la zona de aguas, por utilizar el mismo material que la encimera. El resto sigue el mismo esquema de toda la casa con pintura en tonos neutros.
Al igual que el salón, los muebles del dormitorio y del vestidor se han hecho a medida en DM y el punto de color lo han añadido en los textiles con un suave tono aguamarina.
Para la habitación del bebé han recurrido a la pintura decorativa y al papel vinílico, creando un zócalo a rayas en todo el perímetro de la habitación de fácil mantenimiento.
Un ático bañado de luz y que transmite tranquilidad.
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