Primer post-deco del año y empezamos con un apartamento de estilo nórdico, pequeño y ordenado. Después de los excesos Navideños, tanto digestivos como decorativos, a mí el cuerpo me pide orden, y si hay un estilo que lo represente ese es sin duda el Nórdico.
Una paleta como base de color neutro, pocos muebles, materiales unificados para agrandar el espacio,
dejar paso a la luz natural y cada cosa en su sitio, dan como resultado casas limpias, fáciles de mantener ordenadas y con sensación de amplitud.
El foco decorativo de este apartamento se encuentra en la cocina por varias razones:
En primer lugar parece casi imposible que un apartamento de 38 m2 pueda tener una cocina de estas dimensiones y que además sea en color negro. Pero ,bien utilizado, el negro nos ayuda a crear contraste y por tanto perspectiva y profundidad.
Otro recurso que destaca es el haber convertido un tabique en una entrada de luz con este cierre de forja y cristal que, a la vez que ilumina la cocina y la entrada, da intimidad al dormitorio.
Por último me encanta como han alargado la encimera y los muebles bajos convirtiéndolos en aparador del salón. Me parece que han solucionado muy bien la transición entre los dos espacios y usos.
El resto de la vivienda, es también un ejemplo de organización y de aprovechamiento del espacio sin descuidar el diseño. Cada detalle cuidado al máximo, un espacio para cada cosa y cada cosa en su sitio.
¿Os imagináis cómo sería un apartamento de estas dimensiones en España? Seguramente sería un espacio mucho más compartimentado y con más mobiliario. Es cuestión de cultura y estilos de vida, ¿no creéis? Ni mejor ni peor, diferente...qué ahí está la gracia!!!
¡Nos leemos!
Imágenes: Vía
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