Antes y después de una cómoda

Por aquí estamos de nuevo, y esta vez con un antes y después hecho en el Taller. Los que me seguís por facebook, igual recordáis una cómoda muy similar que publiqué hace como un mes y que fue la que me sirvió de inspiración para transformar ésta que hoy os enseño.

La cómoda en sí estaba en muy buen estado, bueno, le faltaba (y le falta...no hay manera de encontrar uno igual!) un tirador, pero por lo demás estaba bastante bien. PERO, tenía un acabado de esos de barniz a pistola a base de bien, que no encajaba en la nueva decoración de su dueña. Tocaba arremangarse y hacerle un lavado de cara.

Os cuento el proceso, que os aseguro que cualquiera con un poco de ganas y tiempo, puede hacer:

• En primer lugar retirar los tiradores para poder trabajar cómodamente. De paso, si nuestra intención es poner otro modelo y si este no coincide en medida con los antiguos, habrá que poner masilla en los agujeros para después hacer otros nuevos.
• Una vez hecho esto y con el mueble bien limpio, aunque la pintura que utilizamos era a la tiza (que se supone que se adhiere bien a cualquier superficie) lijamos. Lo hice por varias razones, en primer lugar y como ya os he dicho, la capa de barniz que tenía el mueble era generosa, y en segundo lugar hay pinturas a la tiza mejores y peores y un poquito de ayuda extra para su adherencia no viene mal.
• Una vez lijado y quitado el polvo con un paño humedecido se le da una primera mano del color de fondo, en este caso un rosa cuarzo muy muy clarito. Una vez seca esta primera capa (en una hora aproximadamente, según el fabricante) damos una segunda capa.
• Mientras que seca esta última capa, aprovechamos para pintar los tiradores con la misma pintura, también a la tiza, que vamos a utilizar para las rayas, en este caso el "gris antaño" de Americana Decor. Os pongo la marca no porque me lleve nada, ya quisiera! jeje, sino porque me encantó tanto el color como su adherencia y acabado.
• Ahora viene lo divertido, las rayas. Calculamos el centro del frontal donde van a ir nuestras rayas, en nuestro caso sólo en el frente de los cajones. Y ayudandonos de cinta de carrocero, vamos haciendo divisiones del tamaño que queramos las lineas. Donde está pegada la cinta quedará del color de fondo y entre cinta y cinta pintaremos con el segundo color elegido, en este caso el gris.
• Para darle a las rayas un acabado más sutil, utilizaremos para pintarla un trozo de esponja. La mojamos en la pintura, descargamos sobre un cartón el exceso y, a golpecitos, vamos rellenando el espacio que hemos delimitado con la cinta de carrocero o pintor.
• Retiramos con cuidado, cuando todavía está la pintura fresca, toda la cinta y con un pincel pequeño con la pintura de fondo, retocamos, si hiciese falta, las manchitas de pintura que se hayan podido meter si la cinta de pintor no estaba bien pegada por los filos.

• Ahora llega el turno de los tiradores que ya estarán secos y que para darle ese aspecto viejo, sólo hay que desgastar con un poco de lija la pintura (con la infalible técnica del "libre albedrío", que nunca falla) para que salga parte del metal. Una vez hecho ésto los volvemos a colocar en su sitio.

• Por último ya solo nos queda, una vez que todo esté completamente seco, dar una generosa capa de Cera para muebles (a mí me encanta la lata de Cera Alex de toda la vida) para proteger y nutrir bien la madera. Si queremos darle un aspecto satinado a nuestro mueble, frotar con un poco de estopa o un paño de algodón.

Y este es el resultado después de ponerle la encimera de marmol que en este caso tenía la cómoda.

Espero que os haya gustado el cambio, y si tenéis alguna duda sobre el proceso estaré encantada de ayudaros...si sé cómo hacerlo :p

¡Nos leemos!